jueves, 1 de noviembre de 2012

SERVICIOS Recuerda Leyva Castro principios que rige al Notariado



La vida de un notario público debe ser ejemplar n, además de sentir honradamente la responsabilidad de ser custodio de la misma". La RECTITUD viene siendo el quinto de estos nueve mandamientos y establece que todos los actos de estos servidores serán conforme a los principios de la razón. "El desempeño profesional y social siempre será claro y transparente". La ÉTICA es el sexto principio, "ya que acata la ciencia que enseña las normas que deben seguirse para hacer el bien y evitar el mal", acotó, agregando que este principio deberá estar presente en todas las obras. El VII se refiere a la DISCRECIÓN, virtud que es indispensable para demostrar sano juicio al hablar u obrar; delicadeza y prudencia, exactitud para guardar secretos; circunspección y silencio. El antepenúltimo mandato para los notarios públicos que es el número 8 es la DISCIPLINA, porque el estudio y superación continua en su ministerio les dotará de la seguridad que hace a un ser capaz de obrar. La voluntad, la inteligencia y la sensibilidad serán las tres facultades maestras que deben esgrimir en la vida del notario. Finalmente, está la HIDALGUÍA, el cual reza: Consciente ya de tu cometido e imagen, t ética en la que no dependerás de nadie. Identifícate con la luz de la justicia, equidad y el respeto". Le sigue el cuatro principio que es la FE, "principal virtud teológica que nutrirá tu espíritu de confianza en el hombre y te inspirará en toda acción, además de sentir honradamente la responsabilidad de ser custodio de la misma". La RECTITUD viene siendo el quinto de estos nueve mandamientos y establece que todos los actos de estos servidores serán conforme a los principios de la razón. "El desempeño profesional y social siempre será claro y transparente". La ÉTICA es el sexto principio, "ya que acata la ciencia que enseña las normas que deben seguirse para hacer el bien y evitar el mal", acotó, agregando que este principio deberá estar presente en todas las obras. El VII se refiere a la DISCRECIÓN, virtud que es indispensable para demostrar sano juicio al hablar u obrar; delicadeza y prudencia, exactitud para guardar secretos; circunspección y silencio. El antepenúltimo mandato para los notarios públicos que es el número 8 es la DISCIPLINA, porque el estudio y superación continua en su ministerio les dotará de la seguridad que hace a un ser capaz de obrar. La voluntad, la inteligencia y la sensibilidad serán las tres facultades maestras que deben esgrimir en la vida del notario. Finalmente, está la HIDALGUÍA, el cual reza: Consciente ya de tu cometido e imagen, te convertirás en un filósofo que sustente la doctrina en el hombre, en la situación y el destino de este en el universo. "Tu corazón demostrará condiciones de hidalgo siendo idealista, noble y generoso con amor al prójimo".

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