lunes, 31 de diciembre de 2012

PESCA Tuvo sector guaymense un peor año

Con el “tronido” que pegó con su reciente incursión hacia aguas litorales de Sinaloa, en busca del calamar gigante, Pesquera “Perso” remató un mal año pesquero; “es el peor de los últimos quince, desde que estoy en esta actividad”, manifestó el empresario Jesús Joaquín Pérez Ríos. Tres de los barcos --Anilú, Adri y Karlita-- de su flota que incursionaron en pos de aquel cefalópodo, ya están acuadernados en muelles locales, luego de gasto infructuoso de 120 mil pesos --80 mil de diesel marino y el resto en hielo, poteras, trajes, cuchillos y alimentos de la tripulación-- por cada embarcación. “El propósito era constituirnos en ‘punta de lanza’ y encontrar alternativas de empleo para los pescadores guaymenses, luego del fracaso de la temporada extractiva camaronera, escasa ‘corrida’ de la sierra y a que no se nos ha autorizado aprovechar la cíclica presencia del pez dorado”, expresó Joaquín Pérez. En la malhadada aventura tras el calamar gigante también participó Pesquera Deli, de la empresaria Irma Cervantes, aunque sus pérdidas fueron menores, ya que sólo habilitó una de sus naves mayores. Generalmente, ambos armadores arriesgan sus capitales y equipos en busca de pesquerías que en algo alivien la situación económica de los pescadores de Guaymas y Empalme. “Cuando acertamos, generamos empleos y derrama económica a la región; pero cuando la naturaleza nos es adversa, tronamos sólo nosotros dos”, comentó Jesús Joaquín Pérez quien, sin embargo, no pierde el optimismo. El año que viene, “nos tiene que ir mejor, porque no puede haber para el sector pesquero peor catástrofe que la que vivimos el 2012, con escasas capturas camaroneras, bajos precios al producto y, ausencia de distintas especies comerciales alternas al camarón”, confió.

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