COMPETITIVIDAD Impulsarían reformas la productividad

En los últimos ocho años, la productividad del País tuvo un pobre desempeño y la economía mexicana tuvo un crecimiento anémico, por lo que las reformas estructurales podrían darle un impulso, según especialistas. De acuerdo con datos del INEGI, de 2003 a 2011 la productividad del País aumentó 1.6% promedio por año, destacando con el mayor avance la gran división de agricultura, ganadería y pesca, con 2.2 por ciento. Para elevar el crecimiento potencial de la economía a tasas de entre 5 y 6% por año, se necesitan aumentar la productividad a 3% mínimo, subir la relación de inversión a PIB de 22 a 26% e incrementar el coeficiente de cambio tecnológico de casi cero a cuando menos 2%, opinó Alfredo Coutiño, director para América Latina Moody’s Analytics. Explicó que la anemia de crecimiento en México se debe fundamentalmente a la debilidad de las tres fuentes permanentes del crecimiento: ahorro-inversión, productividad de los factores y cambio tecnológico. El mediocre desempeño económico del País en los últimos 12 años es resultado de la interrupción del proceso de reformas y cambios estructurales iniciado en los ochentas, un proceso que se tradujo en debilitamiento de las fuentes del crecimiento. Las grandes reformas que se convertirían en el gran detonador de la inversión y la productividad son la fiscal, la energética la laboral, la educativa y la financiera. Sólo con la reforma energética de fondo y una fiscal profunda, la inversión productiva en el País podría elevarse el coeficiente de inversión desde 22 hasta 26% del PIB en 2018, elevando el crecimiento potencial a 5 por ciento. Para César Castro, director de análisis económico del Centro de Análisis y Proyecciones Económicas para México (CAPEM), las reformas energética, fiscal, en telecomunicaciones, educativa, laboral y en seguridad social son cambios que requiere el País para darle un empujón a la productividad del País. Los cambios estructurales energético y fiscal son indispensables para reforzar las fuentes de financiamiento del resto de las reformas, en especial la de telecomunicaciones ayudará a elevar la competitividad y a reducir los costos de sus servicios, así como a modernizar la economía. Los números del INEGI revelan que al interior de las actividades primarias, la ganadería apareció como la más dinámica en su productividad, con un incremento de 4.1% promedio anual de 2003 a 2011, y la agricultura subió 1.2 por ciento.