jueves, 14 de marzo de 2013

SALUD Desayunan con refresco 70% de niños chihuahuenses

El 70% de los niños chihuahuenses desayunan con una lata de refresco, es por ello que los índices de obesidad infantil se están disparando en esa entidad, pues se incrementaron en un 12%. Al respecto, el químico Óscar David Flores, revelo que de acuerdo a su óptica, uno de los objetivos de las empresas que se dedican al desarrollo de bebidas, es el confundir a los consumidores con toda la cantidad de información que disparan en sus campañas publicitarias, mas con sus argumentos de que todos sus productos son buenos, cuando la verdad es que contienen azúcares procesadas y químicos que a la larga desencadenan problemas graves, como obesidad, enfermedades crónico-degenerativas, problemas renales e incluso hasta cáncer. La falta de ética de las empresas es lo que ha logrado que sus productos tengan ventas altas y que la población cada vez las consuma más y más. Pero esto también se debe a que no hay una jurisdicción sanitaria correcta por parte de las autoridades, mismas que permiten que estos productos como refrescos, jugos, tés, chocolates entre otros, estén al alcance los niños en las escuelas. El agua es necesaria para la vida, de todos los seres vivos, pues es un regulador de temperatura, ayuda a que llegue suficiente oxígeno a las células, amortigua las articulaciones, ayuda a liberar desechos, protege los órganos vitales y ayuda a muchas otras funciones corporales. Pero en ocasiones se sustituye el agua por café, jugo, refresco, pero eso no es hidratación, todos los jugos industrializados, sean de la marca que sean no hidratan, ni alimentan al cuerpo, por el alto contenido de azúcar que tienen. Una lata de refresco contiene 39 gramos de azúcar, esto se traduce a que en un año de consumo regular, una persona está subiendo más de seis kilogramos, acentuó Óscar Pérez. Para poder quemar 100 calorías se tiene que hacer una caminata rápida de dos kilómetros, mientras que en promedio, lo mexicanos toman dos latas de refresco por día, lo que lleva a un consumo aproximado de 163 litros de refresco de cada uno de los habitantes por año. Si no se hace ejercicio para quemar estas calorías que se consumen, se convierten en grasa, lo que lleva a que el peso de quienes consumen estos refresco vaya aumentando, pues son calorías puras. Esto repercute no sólo en la imagen de la persona, sino también en el desempeño y buen funcionamiento, pues una mala alimentación produce somnolencia y a la larga se desencadena en diferentes enfermedades que pueden costar la vida de las personas. Óscar Pérez indicó que es necesario crear conciencia en los ciudadanos, para dejar de consumir estos productos que hacen daño y consumir más agua, así como realizar actividad física para poder bajar los índices de obesidad.

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