viernes, 21 de febrero de 2014

ARIZONA Propuesta anti gay está en las manos de la gobernadora del estado Jan Brewer para su firma, se trata de la SB 1062 que permitiría a los dueños de negocios usar sus creencias religiosas para negar servicio a gays y otras personas

PHOENIX.- La gobernadora Jan Brewer tendrá la última palabra sobre si los propietarios de negocios en Arizona pueden argumentar su religión o creencias como razón para negar el servicio a los gay –y probablemente a otras personas. En una votación en gran parte con línea partidista, el Congreso del estado dio la aprobación final a esta legislación el jueves 20 de febrero por la tarde, dotando así de un arma legal a personas y negocios que enfrentan acusaciones de discriminación, diciendo básicamente que una creencia religiosa “llevada con sinceridad” puede inmunizar a esa persona o negocio ante las leyes. El Senado ya antes había aprobado la SB 1062. Brewer generalmente ha actuado del lado de grupos como el Centro de Políticas de Arizona, el cual apoya esta legislación bajo el argumento de que evita que la gente tenga que actuar en contra de sus creencias religiosas. Pero los oponentes esperan convencer a organizaciones empresariales, que hasta el momento se han mantenido ajenas a esta lucha, de persuadir a la Gobernadora de que posicionar a Arizona como el primer –y prácticamente el único- estado que adopta esta ley es algo negativo para la atracción de negocios. El ayudante de prensa del gobierno, Andrew Wilder, declinó hacer comentarios y sólo dijo que su jefa revisaría el asunto cuando ella regresara de Washington D.C., donde atiende actualmente la conferencia de la Asociación Nacional de Gobernadores. Tres republicanos se unieron a los 24 demócratas en la oposición a esta ley: Ethan Orr, de Tucsón, Kate Brophy McGee, de Phoenix, y Heather Carter, de Cave Creek. Varias horas de debate mostraron que permanece una intensa división resultante de qué exactamente haría esta medida. Leyes estatales y federales actuales dicen que la gente puede utilizar sus creencias religiosas para evadir regulaciones gubernamentales si pueden demostrar que esas normas o leyes son una carga sustancial a su capacidad de practicar sus creencias. Pero también indican que esas creencias no pueden sobreponerse a las regulaciones cuando “hay intereses imperiosos del gobierno” ni cuando esas reglas son el medio menos restrictivo de imponer ese interés. Los defensores de la SB 1062 sostienen que la propuesta simplemente amplía esos derechos a situaciones en las que el gobierno no está involucrado, como sucedió en Nuevo México, donde una pareja homosexual demandó exitosamente a un fotógrafo que se negó a tomarles fotos en su boda. “Esta es discriminación sancionada por el estado”, dijo el líder de la minoría demócrata en la Cámara de Diputados estatal, Chad Campbell, de Phoenix. Y el diputado Rubén Gallego, demócrata por Phoenix, agregó que la legislación creará una “temporada abierta” para la discriminación. Pero el congresista Steve Montenegro, republicano por Litchfield Park, llamó a esas declaraciones una “distorsión”. “Lo que hace esta ley es simplemente tratar de avanzar en que no tengas que renunciar a tus libertades y derechos religiosos simplemente porque quieres trabajar o emprender un negocio en Arizona”, dijo. Pero hasta dónde una persona podría anteponer o alegar protección religiosa, sigue sin estar claro. Los demócratas consideran que alguien podría alegar que en su religión la mujer no está en igualdad de derechos. Pero los republicanos dicen que ya existen leyes que previenen la discriminación en los servicios públicos y alojamiento por género o raza. El diputado Bruce Wheeler, demócrata por Tucsón, dijo que la legislación ignora el hecho de que muchas ciudades, incluyendo la suya, tienen normas antidiscriminatorias, y le preocupa si esto permitirá a los propietarios de negocios ignorar tales reglas y bloquear a personas que han sido acosadas por entablar una demanda.

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