sábado, 14 de septiembre de 2013

ETICA EN LAS EMPRESAS Es fuga de información algo muy frecuente, las redes facilitan esos casos muy ligados al clima de trabajo Investigaciones en el Reino Unido señalan que uno de cada tres empleados ha tomado o reenviado información confidencial fuera de la oficina en más de una ocasión.

 En México no existe un dato fidedigno que indique cuál es el porcentaje de este hecho, pero los mismos trabajadores indican que sucede frecuentemente. En muchas ocasiones sucede cuando una persona se despide de la empresa, se “lleva” información que ni siquiera advierte que está clasificada como confidencial, su principal motivación es porque cree que es de su propiedad o bien consideran que le será útil en su siguiente proyecto. La encuesta realizada por Iron Mountain señala que la salida más frecuente de información se divulga en forma de presentaciones, propuestas de la empresa y planes estratégicos; todos estos datos son fundamentales para la ventaja competitiva de las empresas. La fuga de información no sólo se realiza a través del correo electrónico, existen múltiples modos, formales e informales. Cuando el empleado es despedido de una organización aumenta su interés por destruir o compartir información confidencial. Pero el principal problema surge cuando las personas ni siquiera saben distinguir entre la información que es confidencial y la que no lo es. En ese caso las empresas deben tener los conocimientos básicos del tema y sus normas internas deben estar claramente especificadas y divulgadas. Las organizaciones tienen diversos mecanismos para proteger sus datos e información, y hay sanciones fuertes en caso de que alguien intente adueñarse de esta. Pero en varias ocasiones son los mismos trabajadores quienes sin querer o tal vez no, divulgan puntos clave para las corporaciones.

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