sábado, 2 de noviembre de 2013

SANIDAD VEGETAL Combaten plagas con insectos benéficos, esto con el ánimo de cuidar el medio ambiente del Valle del Yaqui y reducir lo más posible el consumo de fungicidas y herbicidas En un afán de cuidar el medio ambiente y bajar el número de aplicaciones de insecticidas, fungicidas y

En un afán de cuidar el medio ambiente y bajar el número de aplicaciones de insecticidas, fungicidas y herbicidas en el Valle del Yaqui, se utilizan los organismos benéficos tanto en horticultura protegida orgánica como tradicional. Entre tales insectos están la crisopa y trichogramas, los cuales son excelentes depredadores como el pulgón mildiu, el cual se hace presente en algunos cultivos, así como otros gusanos. Manuel Antonio Cázares Castro, presidente de la Asociación de Productores de Hortalizas de Invernaderos del Estado de Sonora, comentó que en el Sur de Sonora se cuenta con más de once mil hectáreas entre horticultura protegida y de cielo abierto, en las cuales tratan de utilizar al máximo los insectos benéficos. Recordó que el ciclo pasado el pulgón mildiu, afectó mucho a los productores de hortalizas de casa sombra e invernadero, sobre todo a los orgánicos, pero lo supieron controlar muy bien con insectos benéficos y labores culturales. El pulgón mildiu, provoca una enfermedad del mismo nombre y es generado por algunos hongos pertenecientes al grupo de los oomicetos que parasitan multitud de hortalizas diferentes a través del agua de lluvia o de riego. Puede tener diversos síntomas, suele aparecer como manchas marrones o polvo parecido a la ceniza y de aspecto graso en el haz de las hojas, asfixiándolas hasta secarlas y matarlas. En las solanáceas (berenjena, patata, pimiento y tomate) provocan manchas irregulares que al principio tienen un aspecto grasiento y que acaban secando totalmente la hoja.

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