DESARROLLO URBANO Es la engorda de terrenos todo un pesado lastre para las arcas municipales de Mazatlán, toda vez que expulsa el crecimiento de la mancha urbana hacia las periferias y aumenta el costo de la inversión en servicios públicos

La "engorda" de terrenos en Mazatlán se ha convertido en un lastre para las arcas municipales, toda vez que propicia la expansión de la ciudad sin control hacia las periferias y aumenta el costo de la inversión en servicios públicos, señaló Israel Victoria Lona. El director del Instituto Municipal de Planeación añadió que en Mazatlán, de una superficie de 7 mil hectáreas, como 400 hectáreas son terrenos baldíos, cerca del 6 por ciento del total, pero en la zona urbana la proporción asciende a más del 20 por ciento. "Con instrumentos de la Sedatu (Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano), se controlará la indiscriminada expansión urbana que tenemos en la ciudad, que diluye recursos públicos y privados, pero también se buscará aprovechar la ciudad interior e incentivar la construcción en lotes baldíos", dijo. Tras una reunión donde se presentó a empresarios turísticos el Plan Director de Desarrollo Urbano de Mazatlán y sus probables impactos, Victoria Lonadijo que los costos del desorden urbano los paga la población con un elevado gasto en servicio de transporte. Debido a la especulación del mercado inmobiliario, se encarece el suelo en la ciudad y las personas se ven obligadas a irse a vivir cada vez más lejos, y esto a su vez provoca que el Ayuntamiento tenga que derogar más recursos en llevar agua, drenaje, energía eléctrica y seguridad a puntos muy distantes, comentó. Como ejemplo grave mencionó el caso del Fraccionamiento Santa Fe, ubicado al sur de Mazatlán, donde el 50 por ciento de las casas están deshabitadas ya que las familias no soportaron los costos y los problemas de vivir alejados.