AGRICULTURA Impulsa al contrabando el encarecimiento de la semilla de algodón, pero además de los riesgos fiscales y legales, semillas que no son de Monsanto y Bayer no garantizan resultados.

  El monopolio de empresas como Monsanto y Bayer sobre la distribución de semillas para el agro en México obliga a productores de algodón en el Valle de Juárez al contrabando de simientes desde Estados Unidos para reducir gastos de inversión. Sin embargo, esta práctica no se traduce en producciones satisfactorias ante lo variable y poco adaptable del embrión a las condiciones climáticas, de tierra y riego. “A veces, el grano ni siquiera germina”, refirió el jefe del Distrito 04 de la Sagarpa, Armando Reta Mar. El funcionario explicó que el contrabando de semillas que carecen de calidad y homogeneidad, provoca que en las plantaciones de algodón en el Valle de Juárez se observen plantas grandes, pequeñas, con capullos cortos, con poco algodón en los capullos o “lunares” donde la semilla no germinó. Esta falta de homogeneidad hace irregulares y poco productivos los cultivos, precisó. “El contrabando de semilla es opción porque cada temporada las distribuidoras como Monsanto y Bayer imponen precios variables, casi siempre al alza”, detalló. Bayer y Monsanto fijan “cada año” el precio de sus semillas convencionales y biotecnológicas en función de los beneficios tangibles e intangibles que ofrecen los productos en comparación con las opciones de la competencia. Reta Mar apuntó que después de la primera cosecha con semillas de estas empresas, el agricultor no puede sembrar las semillas recuperadas de la plantación para germinarlas porque si se realizan muestras genéticas y se detecta que proceden de una semilla no distribuida, pueden hasta demandar al productor por robo de propiedad intelectual, por plagio de patente. En su portal de Internet, Monsanto aclara que los juicios contra quienes incumplen los convenios de uso de la semilla “son pocos, y lejos de dañar a los agricultores en general, fomentan la legalidad de los productos, la investigación y el desarrollo”. El funcionario indicó que para incrementar la producción de algodón de 4.2 a 5 pacas por hectárea en el Valle, se requiere desarrollar semilla endémica, plan que puede tomar hasta cinco ciclos agrícolas para “formar” una semilla local, resistente al clima, la tierra y el riego en la región, y así reducir costos de inversión. En este proceso, añadió, es obligada la intervención del Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS), descentralizada de la Sagarpa. Reta Mar agregó que la recuperación del periodo de sequía permitirá cosechar un poco más de algodón hueso este año con una superficie menor de siembra en el Distrito Valle de Juárez. Describió que el año pasado fueron 6 mil 090 hectáreas las sembradas para producir 17 mil 300 toneladas. Este año, la producción casi alcanza ya las 10 mil toneladas con el 61 por ciento de avance en la recoja sobre una superficie de siembra de 5 mil 764 hectáreas.