Ciudad de México.- El año pasado, las empresas invirtieron entre 120 y 130 mil millones de pesos para mejorar los esquemas de protección ante la incidencia del crimen organizado y delitos comunes, de acuerdo con datos de Confederación Patronal de la República Mexicana COPARMEX. Líderes de los centros empresariales en varios estados coincidieron en que los agremiados han tenido que invertir en la contratación de guardias de seguridad, instalación de rejas, alarmas e incluso han cambiado el control de las operaciones de sus negocios a ciudades de Estados Unidos.
Por ejemplo Carlos Chavira, presidente de Coparmex Ciudad Juárez, advirtió que las empresas pequeñas y medianas, como restaurantes, refaccionarías, talleres e incluso escuelas, son presas de extorsiones, pago de cuotas en carreteras, derecho de piso, asaltos, robos y secuestros exprés. Todo ello, ha provocado una migración de empresarios no sólo de la franja fronteriza, sino de todo el País.
"Ya hay un número importante de empresarios de Guadalajara, Aguascalientes, Zacatecas, Monterrey, que están en San Antonio, Los Ángeles, San Diego o McAllen, porque son las ciudades de mayor cercanía con la franja fronteriza; hay un asentamiento importante de empresarios de todo el País por la situación de violencia e inseguridad y por la percepción de impunidad de los delincuentes", señaló.
Por su parte, José Mario Garza, director general de Coparmex Nuevo León, afirmó que la situación ha llegado a niveles alarmantes, ya que en el Estado cayeron 50% las inversiones extranjeras debido al clima de violencia. Además de que el robo a negocios creció 22% el año pasado. "Los empresarios hacemos lo que está a nuestro alcance; estamos invirtiendo en medidas de seguridad, gastando en seguridad privada para tener mejor control en los accesos, en equipos como televisores, cámaras y una serie de costos que no estaban contemplados dentro del gasto corriente".
Añadió que los empresarios se están llevando el control de las operaciones de sus negocios a otras ciudades que les garanticen la seguridad, principalmente a San Antonio o Houston, en Estados Unidos. Mientras que en Acapulco, 90% del centenar de afiliados a Coparmex han tenido que invertir en alguna medida de seguridad, que va desde poner una reja, una alarma o tener guardias privados, admitió Fernando Vargas, presidente de la organización en esa ciudad.
Lo que antes se veía como un problema focalizado, ahora es una situación que se da en todo el País, admitió Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente nacional de Coparmex. Consideró que este clima de incertidumbre también contribuye a que se pospongan inversiones.
Por ejemplo Carlos Chavira, presidente de Coparmex Ciudad Juárez, advirtió que las empresas pequeñas y medianas, como restaurantes, refaccionarías, talleres e incluso escuelas, son presas de extorsiones, pago de cuotas en carreteras, derecho de piso, asaltos, robos y secuestros exprés. Todo ello, ha provocado una migración de empresarios no sólo de la franja fronteriza, sino de todo el País.
"Ya hay un número importante de empresarios de Guadalajara, Aguascalientes, Zacatecas, Monterrey, que están en San Antonio, Los Ángeles, San Diego o McAllen, porque son las ciudades de mayor cercanía con la franja fronteriza; hay un asentamiento importante de empresarios de todo el País por la situación de violencia e inseguridad y por la percepción de impunidad de los delincuentes", señaló.
Por su parte, José Mario Garza, director general de Coparmex Nuevo León, afirmó que la situación ha llegado a niveles alarmantes, ya que en el Estado cayeron 50% las inversiones extranjeras debido al clima de violencia. Además de que el robo a negocios creció 22% el año pasado. "Los empresarios hacemos lo que está a nuestro alcance; estamos invirtiendo en medidas de seguridad, gastando en seguridad privada para tener mejor control en los accesos, en equipos como televisores, cámaras y una serie de costos que no estaban contemplados dentro del gasto corriente".
Añadió que los empresarios se están llevando el control de las operaciones de sus negocios a otras ciudades que les garanticen la seguridad, principalmente a San Antonio o Houston, en Estados Unidos. Mientras que en Acapulco, 90% del centenar de afiliados a Coparmex han tenido que invertir en alguna medida de seguridad, que va desde poner una reja, una alarma o tener guardias privados, admitió Fernando Vargas, presidente de la organización en esa ciudad.
Lo que antes se veía como un problema focalizado, ahora es una situación que se da en todo el País, admitió Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente nacional de Coparmex. Consideró que este clima de incertidumbre también contribuye a que se pospongan inversiones.
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