WASHINGTON.- Un estancado proyecto de comercio políticamente sensible plantea que los camiones que provienen de México puedan operar a través de Estados Unidos (EU) hasta por tres años.
Lo anterior fue revelado por el Departamento de Transportes de EU, mediante una propuesta en la que se esbozan medidas que requerirían tomar los camiones mexicanos para ganar acceso a las carreteras estadounidenses más allá de las áreas fronterizas, donde actualmente tienen permitido operar.
En ese sentido, grupos empresariales -incluyendo las más grandes de firmas de transporte- se han manifestado a favor de los esfuerzos para reiniciar el programa, bajo el argumento de que con ello se ayudará a restablecer los normales patrones de comercio, además de incrementar el flujo de bienes.
Pese a ello, los pequeños transportistas de cargas pesadas se oponen tenazmente al plan porque -según ellos- se dañarían sus operaciones, incluyendo la pérdida de negocios y nuevos costos.
Algunos de los requisitos clave de las propuestas del Gobierno comprenden un documento al regulador -que será analizado por el Congreso-, equipando a los camiones mexicanos con tecnología de posicionamiento global, para que su ubicación pueda ser monitoreada mientras se encuentran en suelo estadounidense.
De igual forma -bajo la regla propuesta- cada empresa de transportes tendría que tener un seguro y todos los conductores tendrían que tener una licencia comercial válida, cuyos registros serían aprobados por los reguladores de seguridad de camiones de EU.
Lo anterior fue revelado por el Departamento de Transportes de EU, mediante una propuesta en la que se esbozan medidas que requerirían tomar los camiones mexicanos para ganar acceso a las carreteras estadounidenses más allá de las áreas fronterizas, donde actualmente tienen permitido operar.
En ese sentido, grupos empresariales -incluyendo las más grandes de firmas de transporte- se han manifestado a favor de los esfuerzos para reiniciar el programa, bajo el argumento de que con ello se ayudará a restablecer los normales patrones de comercio, además de incrementar el flujo de bienes.
Pese a ello, los pequeños transportistas de cargas pesadas se oponen tenazmente al plan porque -según ellos- se dañarían sus operaciones, incluyendo la pérdida de negocios y nuevos costos.
Algunos de los requisitos clave de las propuestas del Gobierno comprenden un documento al regulador -que será analizado por el Congreso-, equipando a los camiones mexicanos con tecnología de posicionamiento global, para que su ubicación pueda ser monitoreada mientras se encuentran en suelo estadounidense.
De igual forma -bajo la regla propuesta- cada empresa de transportes tendría que tener un seguro y todos los conductores tendrían que tener una licencia comercial válida, cuyos registros serían aprobados por los reguladores de seguridad de camiones de EU.
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