Ciudad de Mexico.- De 2005 y hasta el primer trimestre de 2011, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha participado en el combate a la pobreza en México, al financiar proyectos del programa Hábitat de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), por 500 millones de dólares, en una muestra más de la confianza que instituciones internacionales tienen en la capacidad del gobierno del Presidente Felipe Calderón.
El titular de la Sedesol, Heriberto Félix Guerra, reconoció y agradeció el respaldo del BID, que “confía en la capacidad del gobierno mexicano para hacer políticas públicas sólidas, eficaces, bien institucionalizadas con componentes de transparencia, rendición de cuentas y evaluación de impacto”.
Durante la reunión “Misión de Orientación sobre la Metodología para las Intervenciones Productivas en Ciudades Emergentes”, señaló que para este año se autorizó una inversión de 21 millones de dólares, mismos que el BID destinará a una estrategia de integralidad para cerrar la brecha de acceso a servicios básicos y fortalecer las capacidades individuales y el capital social.
La nueva operación de financiamiento del BID, está dirigida a reducir la vulnerabilidad desde la comunidad, en una nueva vertiente del programa Hábitat y que se ejecutará a partir de cuatro categorías: A Nivel Individual, con acciones preventivas hacia los jóvenes; En el Hogar, con acciones de prevención y mitigación de la violencia intrafamiliar.
Asimismo, en la Comunidad, con acciones en los Centros de Desarrollo Comunitario, efectividad de las instituciones de control social y en general, construcción de capacidades comunitarias para la reducción de la vulnerabilidad, y en El Medio Físico, con acciones de prevención situacional para disminuir la incidencia de los delitos de oportunidad ocasionados por factores de riesgo en el diseño urbano y la degradación del medio urbano.
El financiamiento del BID para este año se destinará a los municipios de Nogales, Sonora; Tapachula, Chiapas, y San Luis Potosí, San Luis Potosí.
Félix Guerra sostuvo que la política social debe ser vista como una inversión en el desarrollo de las capacidades de las personas, “capacidades que se traducen no sólo en oportunidades, sino también en libertades”, y agregó que Hábitat se ha convertido en un instrumento importante para reducir la exclusión social en las zonas urbanas, reconstruir el tejido comunitario y mejorar la imagen de los barrios más marginados.
México es un país urbano, indicó, donde el 77.8 por ciento de su población, casi 80 millones de mexicanos habitan en las ciudades, que es donde se construyen las instituciones democráticas y la gobernabilidad, el tejido social y familiar del país.
A la fecha, mencionó el Secretario, mediante Hábitat se ha introducido agua al 67% de los hogares objetivo y se ha construido drenaje en 80% de los mismos.
En lo que va de la administración del Presidente Calderón, se han construido 802 Centros de Desarrollo Comunitario en las zonas urbano-marginadas, donde 3.6 millones de mexicanos encuentran opciones para mejorar su capital humano y fortalecer sus redes de convivencia y participación ciudadana.
La pobreza urbana deriva en una preocupante ruptura del tejido comunitario y en altos niveles de inseguridad, apuntó, por lo que se debe actuar con firmeza desde la política social, y reconstruir el tejido social o construirlo donde no existe, así como fortalecer la cohesión familiar, “porque la familia es protección y escuela de valores”.
En la reunión participaron los especialistas del BID en Desarrollo Urbano, Carolina Piedrafita, Raimundo Arroio y en Prevención Situacional de la Violencia, Macarena Rau.
Por la Sedesol, participaron el Subsecretario de Prospectiva, Planeación y Evaluación, Marco Antonio Paz Pellat, y la titular de la Unidad de Programas de Atención a la Pobreza Urbana, María Eugenia González Alcocer.
El Subsecretario Paz Pellat afirmó que en materia de inseguridad, una buena práctica de política social combinada con una mayor participación ciudadana y el trabajo conjunto de los tres órdenes de gobierno, puede ofrecer soluciones de fondo y sustentables.
El titular de la Sedesol, Heriberto Félix Guerra, reconoció y agradeció el respaldo del BID, que “confía en la capacidad del gobierno mexicano para hacer políticas públicas sólidas, eficaces, bien institucionalizadas con componentes de transparencia, rendición de cuentas y evaluación de impacto”.
Durante la reunión “Misión de Orientación sobre la Metodología para las Intervenciones Productivas en Ciudades Emergentes”, señaló que para este año se autorizó una inversión de 21 millones de dólares, mismos que el BID destinará a una estrategia de integralidad para cerrar la brecha de acceso a servicios básicos y fortalecer las capacidades individuales y el capital social.
La nueva operación de financiamiento del BID, está dirigida a reducir la vulnerabilidad desde la comunidad, en una nueva vertiente del programa Hábitat y que se ejecutará a partir de cuatro categorías: A Nivel Individual, con acciones preventivas hacia los jóvenes; En el Hogar, con acciones de prevención y mitigación de la violencia intrafamiliar.
Asimismo, en la Comunidad, con acciones en los Centros de Desarrollo Comunitario, efectividad de las instituciones de control social y en general, construcción de capacidades comunitarias para la reducción de la vulnerabilidad, y en El Medio Físico, con acciones de prevención situacional para disminuir la incidencia de los delitos de oportunidad ocasionados por factores de riesgo en el diseño urbano y la degradación del medio urbano.
El financiamiento del BID para este año se destinará a los municipios de Nogales, Sonora; Tapachula, Chiapas, y San Luis Potosí, San Luis Potosí.
Félix Guerra sostuvo que la política social debe ser vista como una inversión en el desarrollo de las capacidades de las personas, “capacidades que se traducen no sólo en oportunidades, sino también en libertades”, y agregó que Hábitat se ha convertido en un instrumento importante para reducir la exclusión social en las zonas urbanas, reconstruir el tejido comunitario y mejorar la imagen de los barrios más marginados.
México es un país urbano, indicó, donde el 77.8 por ciento de su población, casi 80 millones de mexicanos habitan en las ciudades, que es donde se construyen las instituciones democráticas y la gobernabilidad, el tejido social y familiar del país.
A la fecha, mencionó el Secretario, mediante Hábitat se ha introducido agua al 67% de los hogares objetivo y se ha construido drenaje en 80% de los mismos.
En lo que va de la administración del Presidente Calderón, se han construido 802 Centros de Desarrollo Comunitario en las zonas urbano-marginadas, donde 3.6 millones de mexicanos encuentran opciones para mejorar su capital humano y fortalecer sus redes de convivencia y participación ciudadana.
La pobreza urbana deriva en una preocupante ruptura del tejido comunitario y en altos niveles de inseguridad, apuntó, por lo que se debe actuar con firmeza desde la política social, y reconstruir el tejido social o construirlo donde no existe, así como fortalecer la cohesión familiar, “porque la familia es protección y escuela de valores”.
En la reunión participaron los especialistas del BID en Desarrollo Urbano, Carolina Piedrafita, Raimundo Arroio y en Prevención Situacional de la Violencia, Macarena Rau.
Por la Sedesol, participaron el Subsecretario de Prospectiva, Planeación y Evaluación, Marco Antonio Paz Pellat, y la titular de la Unidad de Programas de Atención a la Pobreza Urbana, María Eugenia González Alcocer.
El Subsecretario Paz Pellat afirmó que en materia de inseguridad, una buena práctica de política social combinada con una mayor participación ciudadana y el trabajo conjunto de los tres órdenes de gobierno, puede ofrecer soluciones de fondo y sustentables.
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