LABORAL .- Cada vez más personas laboran sin contrato en México. En el último año, el grupo de trabajadores que se encuentran en esta condición fue de 14.3 millones, a julio de este año, que es 4.3% más que el mismo mes del año pasado, cuando se contabilizaron 13.7 millones, según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). Los expertos del sector laboral advierten que esto es síntoma de que las condiciones laborales se tornan más vulnerables porque estos empleados no cuentan con seguridad social, ni reciben un salario fijo. “Hay una vorágine hacia la informalidad, que es sinónimo de indefensión, que se acompaña de formas como la contratación por honorarios, subcontratación no documentada, contratación sometida a firmas en blanco, formas simuladas como asociaciones civiles y cooperativas. Estas personas dan el servicio mediante un pago en efectivo, como los famosos propineros que cada vez son más”, describió Arturo Alcalde, abogado laboral. Añadió que el sector donde se dan este tipo de contrataciones informales es sobre todo en el de servicios y con ello los patrones buscan abatir el costo de mano de obra y todo el paquete de seguridad social (Infonavit y Seguro Social).
Por su parte José Luis de la Cruz, experto del Tecnológico de Monterrey, coincidió en que la ausencia de contratos es un signo de la precariedad del empleo, y que se suma a otros factores, como la baja remuneración y la falta de acceso a la salud. “La mayor parte de la población ocupada se encuentra trabajando en condiciones inestables. Alrededor de 16.4 millones de mexicanos cuentan con un ingreso igual o inferior a dos salarios mínimos, por lo que a pesar de estar ocupados, la remuneración que perciben no es suficiente para mantener una familia; de tal manera que, tener empleo no garantiza estar fuera de la línea de pobreza”, señaló De la Cruz.
El experto consideró que el mercado laboral presenta condiciones sociales de mayor degradación en cuanto acceso a salud, prestaciones sociales, economía informal y contratos laborales se refiere, a diferencia del 2008, previo a la crisis económica. Consideró que una disminución de la tasa de desempleo no implica un mercado laboral más robusto.
Por su parte José Luis de la Cruz, experto del Tecnológico de Monterrey, coincidió en que la ausencia de contratos es un signo de la precariedad del empleo, y que se suma a otros factores, como la baja remuneración y la falta de acceso a la salud. “La mayor parte de la población ocupada se encuentra trabajando en condiciones inestables. Alrededor de 16.4 millones de mexicanos cuentan con un ingreso igual o inferior a dos salarios mínimos, por lo que a pesar de estar ocupados, la remuneración que perciben no es suficiente para mantener una familia; de tal manera que, tener empleo no garantiza estar fuera de la línea de pobreza”, señaló De la Cruz.
El experto consideró que el mercado laboral presenta condiciones sociales de mayor degradación en cuanto acceso a salud, prestaciones sociales, economía informal y contratos laborales se refiere, a diferencia del 2008, previo a la crisis económica. Consideró que una disminución de la tasa de desempleo no implica un mercado laboral más robusto.
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