LABORAL.- El costo de la desindustrialización de la región del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha sido importante para el país en materia de empleo formal, ya que tan sólo en los últimos 10 años la economía mexicana perdió casi 700 mil empleos en el sector manufacturero, revela un estudio sobre la Desindustrialización en México de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero (Canacero).
El estudio explica que en buena parte, el proceso de desindustrialización observado en México se vincula con el desplazamiento de manufacturas ligeras mexicanas por chinas en el mercado de Estados Unidos. El indicador que refleja en mayor medida el agotamiento del modelo de integración limitado sólo al libre comercio y la competitividad global de la región de Norteamérica es la penetración de las importaciones de EU.
En el caso de México, ésta alcanzó un techo hace nueve años, fenómeno que no se registró en la penetración de productos provenientes de China, la cual siguió avanzando sistemáticamente en los últimos 10 años hasta alcanzar más de 20% del total en 2010. El resultado de dicho estancamiento ha sido una pérdida de participación de las manufacturas de México en el PIB nacional de casi tres puntos porcentuales en sólo 10 años.
Los costos de dicho estancamiento, no han sido triviales para el país y se han traducido en una pérdida importante de empleo formal (con prestaciones y con sistema de pensión para el retiro) a nivel nacional, se subraya el análisis. Destaca que la contracción del peso relativo de las manufacturas no se asoció a un proceso de primarización de la economía nacional, como la mayoría de las economías latinoamericanas.
Tampoco, añade, se registra un proceso de terciarización del sector formal de la economía mexicana como el observado en las economías de EU y Canadá, sino una desaceleración importante del volumen físico de la producción manufacturera, el cual creció 5.4% entre 1994 y 2000 y apenas 0.7 % entre 2001 y 2010.
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