martes, 17 de enero de 2012

Le apuestan a la calabaza

AGRICULTURA.- El cultivo de calabaza en el Sur de Sonora, se ha constituido en los últimos años como uno de los principales frutos hortícolas en cuanto a superficie de siembra se refiere, generando importantes divisas y un gran generador de mano de obra para los habitantes del Sur de Sonora y principalmente de las comunidades del Municipio de Cajeme.
Destaca Agrícola Castelo

Actualmente en el Valle del Yaqui, se tiene establecida una superficie de siembra de calabazas de mil 223 hectáreas y donde destaca dentro de esa área, la sociedad Agrícola Castelo, misma que desde el 2003 establece en nuestra región ese cultivo hortícola a cielo abierto para exportación, además de elote dulce, aunque en menor escala.

José Jesús Castelo Sarmiento, director general de esa sociedad, recordó que Agrícola Castelo inició operaciones con un gran esfuerzo ese año, por lo que en el 2005, se constituyó como sociedad apostándole a ese cultivo para exportación en un área muy importante en diferentes etapas en el Valle del Yaqui.

Ha sido un gran esfuerzo a lo largo de los años

A lo largo de los años la situación no ha sido del todo positiva, ya que han enfrentado problemas serios de heladas, tal y como fue el ciclo anterior, donde las bajas temperaturas de febrero dejaron una gran pérdida en 60 hectáreas de producción que ya estaban listas para cosecharse, afectando con ello la mano de obra e inversiones de alrededor de 80 mil pesos por hectárea, aunque este presente ciclo 2011-2012, el clima no ha sido factor, aunque se encuentran preparados con cubiertas de plásticos.

A pesar de ello y a las ganas de seguir contribuyendo a la inversión en nuestra región generando cientos de empleos, este año en Agrícola Castelo, estableció un área de calabazas de variedades italianas, amarillas, negras y grises o huracán de 100 hectáreas en tres etapas.

Inicia en septiembre primera etapa

Recordó Castelo Sarmiento que la primera etapa de siembra de ese cultivo cien por ciento para exportación, comprendió del mes de septiembre a diciembre, con un área de 50 hectáreas de las variedades italianas, interprice y huracán. En esa primera etapa, que concluyó recientemente, no se logró un buen precio para el producto, ya que los mismos oscilaron entre cuatro y 7.95 dólares la caja, apuntó el director general.

Producen calidades con una gran inocuidad

En esta segunda etapa que ya inició con 50 hectáreas de variedades italianas negra y amarilla, el mercado y precios para las calabazas ha sido muy diferente, ya que de arranque se tienen montos por caja de entre 18 y 22 dólares, mismos que esperan que se mantengan, aunque para los próximos días otras zonas calabaceras del Estado, arrancaran con producciones lo que propiciará una caída en el mercado de los Estados Unidos, aunque de sostenerse entre diez y doce dólares la caja se tendrá un buen punto de equilibrio, además de que en Agrícola Castelo, producen calidad con una gran inocuidad, lo que le da un valor agregado al cultivo, dijo Castelo Sarmiento.

Generan 250 empleos directos y cientos más indirectos

La tercera etapa, iniciará para finales de abril con variedades italianas de calor, como son: Noche y Jacobo y terminar con Pascola. Dentro de esas tres etapas, comentó Castelo Sarmiento generan alrededor de 250 empleos directos, sobre todo entre mujeres de las comunidades del Valle del Yaqui, Pueblo Mayo, zona urbana de la colonia México y comunidades Yaquis.

Exportan a través de su propia marca

Apuntó que desde su operación de esa sociedad, han producido un producto de calidad y cien por ciento sano, lo que les ha valido hasta la fecha exportar a los Estados Unidos a través de su propia marca denominada Cachito’s, en cuya caja de empaque viene un cuerno dibujado que significa, abundancia. “Quien trabaja y exporta con nuestra marca Cachito’s, se saca un cachito de la lotería, ese es nuestro lema hasta la fecha”, dijo Castelo Sarmiento, quien confió que este año sea mejor que el ciclo pasado, sobre todo en cuanto al clima, mismo que no ha sido factor este año.

Afecta el Precos de Querobabi

Con respecto al punto de revisión de Querobabi, el director general señaló que las verificaciones y paso de los productos hacia los Estados Unidos por ese puesto, donde llegan a perder entre doce y 15 horas, les ha estado afectando e incluso en muchas ocasiones se corre el riesgo de perder la vida de anaquel de las calabazas, al bajar las cajas y carga por algunas horas y someterlas al calor del medio ambiente.
“Para lograr la sanidad que tenemos y mantenerse en el mercado de exportación de los Estados Unidos, nos ha costado mucho y corremos el riesgo de perderla por las prolongadas revisiones, por ello exigimos más celeridad en ese punto”, abundó.

La vida de anaquel de las calabazas son de alrededor de diez días, pero se alarga al transportarse en los camiones refrigerados, pero si en el PRECOS de Querobabi se baja la carga, se afecta la calidad del producto que es sometido a un gran proceso de desinfectado con agua y cloro para ofrecer un producto inocuo y sano, insistió por último Castelo Sarmiento.




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