Dichas compañías funcionan como un enlace entre el contribuyente que desea comenzar a facturar y quien le proporciona el servicio de timbrado, es decir, la que certifica el documento electrónico.
“Muchas de ellas indican que dan el servicio de facturación electrónica, aunque no todas dan el servicio completo porque no están autorizadas por el SAT”, indicó Mateo Romo, socio fiscal de RSM Bogarín.
Hasta el momento, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) tiene registrados a 46 Proveedores Autorizados de Certificación (PAC), que ofrecen el servicio integral de facturación electrónica y cuyos nombres pueden ser consultados en su portal de Internet.
Por su parte, las empresas intermediarias están asociadas con algún PAC o tienen algún convenio con ellos para ofrecer el servicio de facturación, explicó Pedro Canabal, administrador central de comunicación institucional del SAT.
“Sí, nos han reportado que hay quien presta un servicio integrado a otro, como software de contabilidad y además dicen que te ofrecen tener la conexión con el PAC para hacer el timbrado de las facturas”, dijo. El funcionario adelantó que ya se trabaja junto con la Procuraduría de la Defensa del Consumidor (Profeco) para evaluar las prácticas en la emisión de facturas electrónica y la participación de las empresas.
Dijo que en un lapso de tres meses se impulsará una sección llamada “Quién es quién en PAC”. “Muchas de las dudas que se pueden generar en torno a la facturación se da porque la empresa que contrataron para la solución no es la adecuada y no proporciona un servicio completo”, aseguró Sara Hernández, gerente de soporte técnico de Aspel, un PAC.
Para Luis Liñero, socio fiscal de Deloitte, las empresas que otorgan un servicio parcial sí pueden generar dudas en los contribuyentes más pequeños, pues carecen de sistemas y una organización que cubra las carencias del servicio de facturación.
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