jueves, 17 de mayo de 2012

Acusan a Minera La Testera de daños ecológicos

MINERIA.- Pese a que solo cuenta con autorización para explotar jales y terreros, la empresa minera La Testera ha devastado cerros y cañadas en al menos un predio privado del Valle Perdido, en varios tajos a cielo abierto ubicados a unos cuantos kilómetros de la comunidad de El Rosario, asentamiento del ejido que lleva el mismo nombre, al sur del municipio de La Paz.
Y pese a que en los cerros de materiales pétreos están colocados avisos de la Profepa sobre una clausura por "contravenir la legislación ambiental", vecinos de la región denunciaron que sigue el acarreo de materiales de ese lugar hasta la planta de molienda y beneficio ubicada a unos 12 kilómetros, planta que por cierto fue inaugurada por el exgobernador Narciso Agúndez el 5 de abril del 2009, en un evento en donde la explicación del proceso estuvo a cargo de Manuel Trasviña, en ese tiempo encargado de la separación del oro de la roca a través de la aplicación del cianuro.
Durante un recorrido por la zona afectada y en compañía de un vecino de la comunidad ejidal de nombre Raúl Manríquez, quien denunció los hechos, el Sudcaliforniano pudo constatar las afectaciones al medio ambiente, y el propio encargado del tajo, que dijo llamarse Sergio Fernández, confirmó que fue hasta la semana pasada cuando la Profepa les clausuró; se negó a dar mayor información y pidió a este medio retirarse del lugar hasta contar con un permiso de dueño para ingresar al predio.
Raúl Manríquez y Janet Manríquez, vecinos de las comunidades ejidales de El Rosario y San Antonio, lamentaron que las autoridades permitan a esta minera llevar a cabo tajos a cielo abierto en predios privados de personas que viven en La Paz y que a diferencia de ellos tienen otras opciones para vivir, así como molienda para separar oro sin que cuenten con los permisos necesarios, mientras que a los ejidos de la región que están recibiendo de minera Pitalla fuentes de empleo y les pagará renta por sus tierras, se les pone todo tipo de trabas.
Aunque en la zona todos saben que los materiales del tajo van a la mina La Testera, originalmente propiedad del empresario de origen belga Franco Buleau, nadie sabe con certeza quién o quiénes son los actuales propietarios, ya que a los trabajadores -en su mayoría originarios de las comunidades aledañas- se les paga con una nómina donde no aparece la razón social; nadie sabe quién es el patrón.
Raúl Manríquez explica que la Profepa ha visitado el tajo en varias ocasiones; asegura que los funcionarios de esa dependencia federal están al tanto de que esta empresa trabaja sin los permisos y que el tajo al cielo abierto también está ilegal, pero extrañamente "nunca los molestan", dice.
Janet Manríquez, vecina de la comunidad de El Rosario, recuerda que cuando fungió como subdelegada municipal La Testera fue denunciada por un señor de nombre Simón Ortiz, a quien le derribaron cercos de su terreno y se llevaron sin su autorización materiales de jales y terreros.
Algo similar sucedió en el ejido San Antonio, en donde trabajadores de La Testera estuvieron extrayendo materiales de las tierras de uso común sin el permiso del ejido; cuando los representantes de la comunidad trataron de llegar a un acuerdo con la compañía, ellos buscaron otros terrenos para explotar oro, pero ya no en terreros sino en áreas no impactadas como las visitadas por este medio.
Aquí toda la gente sabe que están trabajando; así han estado haciendo este tajo desde hace unos tres meses, señala Raúl Manríquez.
Según los entrevistados, el tajo clausurado por la Profepa está en una concesión minera propiedad de Franco Buleau pero los propietarios de los predios viven en la ciudad de La Paz y solo se sabe que se apellidan uno Manríquez y otro Estrada.
Entre otras anomalías, Raúl Manríquez denuncia que han muerto varias reses propiedad de Primitivo Trasviña por tomar agua contaminada de la Testera, y que en un accidente reciente un obrero quedó sepultado cuando trabajaba en el tajo, aunque afortunadamente logró ser rescatado a tiempo aun con vida.


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