viernes, 27 de julio de 2012

CULTURA Buscan antecedentes de presencia China en BC

El origen de Mexicali está ligado con la comunidad china, y una acuciosa investigadora de ello, es Maricela González Félix, quien está por concluir su Doctorado en Historia en el Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC). Ella ha documentado el proceso migratorio de los chinos hacia esta zona de Baja California y, entre varios trabajos, publicó un ensayo en el Cuaderno de Ciencias Sociales de la UABC, con el tema El Proceso de Aculturación de la Población de Origen Chino en la Ciudad de Mexicali.
La investigadora universitaria -adscrita al Instituto de Investigaciones Culturales de la UABC, antes CIC Museo- explica que cuando inicio su investigación, en 1990, había pocos trabajos sobre historia y origen de la comunidad china en Mexicali. El antecedente de la comunidad china tiene que ver con su presencia en California, documentada desde 1820 por el Servicio de Inmigración y Naturalización estadounidense. Luego se vino un proceso veloz de crecimiento por la expansión del Oeste norteamericano, atractivo no sólo por las grandes extensiones de terrenos, sino además por los salarios. “El circuito comercial de la migración era sumamente barato, todo eso hizo atractiva la inmigración china”, expone Marisela, además de referir cómo fue utilizada mano de obra china, muy productiva y barata, en la construcción de los ramales del ferrocarril intercontinental.
“Estaba probadísimo que tenían una larga resistencia a jornadas de trabajo intensas y con salarios bajos”, indica la especialista. Tal condición creó problemas a los orientales, sobre todo con los sindicatos blancos. Fue además el contexto del surgimiento de un fuerte movimiento anti-chino en Estados Unidos, el que en 1882 provocó la primera legislación anti-china en el vecino país. Así llegaron hasta Mexicali a principios del siglo pasado para asentarse en el Valle, traídos desde China por empresarios norteamericanos para trabajar en “El Pequeño Rancho”, en referencia a las 309 hectáreas propiedad de la Colorado River Land Company. “El único requisito legal es que fueran fumigados antes de entrar a Baja California”, comenta la investigadora.
Fue el antecedente de un boom migratorio apoyado por el gobierno de Esteban Cantú, que vio en la legalización de orientales (240 dólares por inmigrante) un excelente ingreso a las deterioradas cajas del entonces Distrito Norte de la Baja California. Luego se vino la Segunda Guerra Mundial y eran necesarios muchos brazos para levantar la cosecha del algodón, pero la comunidad china no se quedó en los campos. Tras la expropiación ejidal del ex Presidente de México, Lázaro Cárdenas, ya había también empresarios chinos ligados al comercio de alimentos; después vendría la incursión en restaurantes en la zona urbana y la mezcla con mujeres locales, ya que la gran mayoría de los inmigrantes orientales eran varones.
“La inmigración a lo largo del tiempo se mantiene, y están las cuotas de internación legal y están las situaciones donde hay inmigración indocumentada”, sostiene González Félix, quien acepta que ha resultado difícil calcular el número de inmigrantes chinos que se han ubicado en la zona de manera ilegal. “Ni siquiera a nivel censal hay reportes que puedan resultar confiables, precisamente por su condición de indocumentados”, resume.
Por su parte, el vicepresidente de la Asociación China en Mexicali, Esteban León, explica que es difícil saber con exactitud el número de ciudadanos de origen chino en Mexicali -por las mezclas y generaciones-, pero que según números de migración, podrían sumar entre tres y cinco mil personas. “Es poca”, dice León en relación a la posible población no legalizada, aunque insiste en que es difícil obtener esos datos. Considera que más del 95 por ciento de la comunidad china está ligada al trabajo en los cerca de 200 restaurantes de comida oriental, ahora instalados hasta en zonas populares.




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