Según CONAPESCA, Guaymas es la principal comunidad pesquera de calamar gigante en México, aunque esta actividad también se realiza de manera destacada en Santa Rosalía durante los meses de marzo a noviembre. Ahí, la pesca es de tipo artesanal y es la de mayor importancia económica en el puerto debido a su valor de exportación hacia el mercado asiático.
A nivel ecológico, el calamar gigante juega un papel vital como dieta preferida de depredadores tope como el cachalote, y como depredador activo de peces pequeños que viven desde los 0 a los mil metros de profundidad, además de crustáceos y peces de aguas profundas.
Dada la amplia distribución del calamar gigante en el Pacífico oriental, diversos investigadores han buscado conocer más sobre el comportamiento migratorio de esta especie. El análisis de isótopos estables es una herramienta utilizada por la biología desde hace 30 años para medir procesos complejos como el origen de los recursos utilizados por los organismos dentro de un ecosistema, migraciones, determinación de niveles tróficos o hábitos alimenticios.
La investigadora de la UABCS realizó pruebas en los estatolitos que son unos pequeños cristales de carbonato de calcio presentes en unos órganos con forma de saco llamados estatocistos, ubicados en la zona ventral posterior al cerebro del calamar. Se muestreó un total de 185 organismos capturados entre marzo y octubre de 2009, con excepción de septiembre, de los cuales, 62 fueron machos y 123 hembras.
Los resultados de la investigación dieron cuenta de diferencias significativas del carbono 13 entre sexos, lo que indica que, probablemente, machos y hembras no se alimentan en la misma zona. También fue posible determinar la distribución del calamar en el área y los niveles de profundidad en relación con la temperatura del mar.
Asimismo, no se detectaron diferencias con relación a las tallas de los calamares, lo que indica que no hay segregación de organismos por tamaño. Sin duda, estos datos habrán de favorecer futuras investigaciones en torno al calamar gigante y su pesquería en el golfo de California.
A nivel ecológico, el calamar gigante juega un papel vital como dieta preferida de depredadores tope como el cachalote, y como depredador activo de peces pequeños que viven desde los 0 a los mil metros de profundidad, además de crustáceos y peces de aguas profundas.
Dada la amplia distribución del calamar gigante en el Pacífico oriental, diversos investigadores han buscado conocer más sobre el comportamiento migratorio de esta especie. El análisis de isótopos estables es una herramienta utilizada por la biología desde hace 30 años para medir procesos complejos como el origen de los recursos utilizados por los organismos dentro de un ecosistema, migraciones, determinación de niveles tróficos o hábitos alimenticios.
La investigadora de la UABCS realizó pruebas en los estatolitos que son unos pequeños cristales de carbonato de calcio presentes en unos órganos con forma de saco llamados estatocistos, ubicados en la zona ventral posterior al cerebro del calamar. Se muestreó un total de 185 organismos capturados entre marzo y octubre de 2009, con excepción de septiembre, de los cuales, 62 fueron machos y 123 hembras.
Los resultados de la investigación dieron cuenta de diferencias significativas del carbono 13 entre sexos, lo que indica que, probablemente, machos y hembras no se alimentan en la misma zona. También fue posible determinar la distribución del calamar en el área y los niveles de profundidad en relación con la temperatura del mar.
Asimismo, no se detectaron diferencias con relación a las tallas de los calamares, lo que indica que no hay segregación de organismos por tamaño. Sin duda, estos datos habrán de favorecer futuras investigaciones en torno al calamar gigante y su pesquería en el golfo de California.
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