La clonación es un delito que ocasiona pérdidas tanto a usuarios como a instituciones financieras, también conocida como skimming, la clonación consiste en copiar los datos que contiene la banda magnética de una tarjeta al deslizarla en un pequeño dispositivo, la información se almacena para luego transferirla a una tarjeta nueva que los delincuentes usarán para hacer compras a tu nombre en establecimientos o por Internet.
Contrario a lo que se podría pensar, este procedimiento es muy sencillo y no requiere de expertos en informática, toma segundos y sólo se necesita el skimmer, que cabe en la palma de la mano. Las dimensiones de esta práctica se han incrementado y alcanzado esferas internacionales, pues el crimen organizado viaja de un país a otro para no ser detectado; la mayoría de los reportes de clonación provienen de bares y restaurantes, tiendas comerciales o departamentales, hoteles y centros turísticos. Sin embargo, cualquier lugar es propicio para cometer el delito.
Las recomendaciones de la CONDUSEF a los usuarios es ser responsable de la seguridad en la utilización del plástico. Las instituciones financieras tienen hasta diciembre de 2013 para migrar todos sus plásticos de banda magnética a chip, en ese lapso, también los lectores de tarjetas en puntos de venta, los cajeros automáticos y las cajas registradoras deberán haberse adaptado a esa tecnología. Esta obligación impuesta por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores busca reducir prácticas fraudulentas, pues la tecnología del chip es más segura que la banda magnética.
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