AGRICULTURA.- Productores rurales del Valles de Guaymas- Empalme se reunieron para terminar la evaluación de daños por las recientes heladas, daños detectados principalmente en sus sembradíos de hortaliza, y ante esa situación cobró vigencia la necesidad de prevenir ‘ataques’ del clima cuyo principal antecedente es lo ocurrido en Febrero pasado cuando hubo afectaciones en alrededor de mil hectáreas.
El titular del Distrito de Desarrollo Rural 147 (Sagarpa), Marco Antonio Flores, calificó de positiva la respuesta a los llamados de la autoridad agrícola y de la Comisión Nacional del Agua, de ir más allá de la simple evaluación de daños provocados por temperaturas bajo cero durante lunes y martes anterior, que en costos de actividad representaban cerca de dos millones de pesos.
No fue un efecto como el de Febrero pasado, cuando el viento frío y seco que descendió de las regiones polares hasta el centro del país, afectó un millar de hectáreas, hortaliza principalmente, lo cual obligó a diseñar apoyos oficiales para empleo temporal, resiembra y disposición de recursos para recuperar la capacidad productiva.
Los productores del sector social y privado acordaron acciones en las que resalta el cuidado del cultivo a partir de una mejor humedad y forma de conservarla, pero sobre todo, razonar nuevos alcances en la aseguranza, porque el clima “ya no es el mismo” y han entrado en razón dijo la Sagarpa, en cuanto a considerar el calentamiento global y sus efectos. Deberán, dijo, estar más atentos a las advertencias del clima.
Asimismo, Marco Antonio Flores, jefe Distrito de Desarrollo Rural 147 Guaymas-Empalme, dijo que dentro de las malas noticias como la afectación a cultivos, también las hay buenas; una, más disposición de agua. Aseguro que el bordo regulador de Ortiz acumuló cuatro millones de metros cúbicos y eso significa que bien administrados, podrán regar unas 2 mil 500 hectáreas más.
Por su parte, la presa Ignacio R. Alatorre, mejor conocida como Punta de Agua, captó más de tres millones de metros cúbicos y alcanzó a superar la reserva de 10 millones y será el factor principal para lograr producir en siete mil hectáreas de hortalizas en el ciclo 2011-2012, unas 500 más que el anterior, en el programa general de cultivos que cubriría una superficie poco mayor a las 11 mil 656 hectáreas sembradas en el ciclo 2010-11.
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