Dejan sin mujeres cargos directivos

MUJER.- En México, las mujeres tienen 7.4% de participación en los consejos de administración de las empresas, no muy lejos del 10% que tienen en promedio las economías de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), expuso el organismo en su reporte Medición de Género. El estudio considera una muestra de 31 países miembros de la OCDE y algunos emergentes, destacando Noruega como la economía donde sus consejos de administración están conformados en 38% por mujeres.

En promedio, para toda la muestra, esos puestos directivos están representados en 10% por mujeres. Aún cuando el porcentaje de mexicanas que ocupan esta clase de puestos en el País queda por debajo del promedio general, tampoco es la economía con la menor cantidad. En Alemania, la participación de la mujer es de apenas 3.45%, en Japón, 3.92%, y en Países Bajos, 4.82 por ciento. En contraste, en Suecia la colaboración de mujeres llega a 19.26%; Francia, 18.08%, y en Eslovaquia, 17.84 por ciento.

“No hay evidencia concluyente que el desempeño de una compañía sea impulsado sólo por tener más mujeres dentro de los consejos de dirección, pero sí hay muestras que una compañía que tiene una mayor inclusión de género incrementa la capacidad y desempeño de su talento”, dice la institución en el reporte “Medidor de género”.

Recientemente, diversos países han establecido legislaciones para impulsar la participación femenina dentro de las empresas, que dice que los consejos administrativos deben de tener entre 20 y 40% de mujeres, como en España, Islandia, Francia, Bélgica o Italia. “A pesar de los múltiples avances en el desempeño de las mujeres en términos de educación y empleo, muchos países no han alcanzado igualdad de género en materia de oportunidades económicas”, especifica la institución.

Según la institución, las mujeres aún tienen problemas de acceso y representatividad en los diferentes quehaceres de la vida. Por ejemplo, en términos de empleo hay menos mujeres ocupadas que hombres y una trabajadora gana 20% menos que su contraparte masculina, aún cuando desempeñen el mismo trabajo.