SALUD.- las pastas alimenticias de calidad superior que se elaboran exclusivamente con agua y sémola de trigo duro son fuente de energía y además no contienen grasas, señalaron investigadores. La académica del Departamento de Investigación y Posgrado en Alimentos (DIPA) de la Universidad de Sonora (Unison), Ana Guadalupe Cota Gastélum, habló sobre los aspectos nutricionales de la pasta.
Indicó que las pastas constituyen uno de los alimentos más completos y recomendables, en el conjunto de una alimentación sana y equilibrada. Señaló que la accesibilidad, bajo precio, fácil preparación culinaria, capacidad de conservación y la enorme variedad de platos que se pueden preparar con ella, son razones más que suficientes para justificar su consumo en el mundo.
Generalmente, manifestó, 'se piensa que aportan una gran cantidad de calorías, pero lo que realmente impacta es la forma en que se prepara, ya que por los ingredientes que se le adicionan la pueden hacer hipercalórica'. Sin embargo, reiteró Cota Gastélum, por sí sola la pasta no es un alimento calórico.
Destacó que su composición química depende de la sémola –semolina- y los ingredientes adicionales, que pueden ser vegetales, lo que obviamente modifica el valor nutritivo de la pasta. La pasta es un producto elaborado con una mezcla de agua y semolina, que se obtiene del trigo cristalino y su forma granular lo hace diferente a la harina, dándole ciertas formas que pueden ser de consumo humano en forma fresca o seca, detalló.
'La pasta puede elaborarse de otras fuentes como cereales o leguminosas, pero si hablamos de una de alta calidad, tiene que ser utilizada la semolina, porque se obtiene del trigo cristalino, que es el más duro en la clasificación de los trigos', explicó. Dio a conocer que hay más de 600 formas, tamaños y colores de pastas en el mercado, aunque algunas son más comunes de encontrar, e indicó que la ración para una persona es de 60 gramos, cuyo aporte calórico es de aproximadamente 200 kilocalorías.
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